El aumento de las preocupaciones ambientales y los cambios en las regulaciones han planteado nuevos desafíos para el sector marítimo. Una de las principales incertidumbres para los armadores es cómo las regulaciones ambientales afectarán el rendimiento de sus flotas en el futuro.
Los encargados del transporte marítimo buscan comprender sus opciones para cumplir con las normativas y las medidas voluntarias del mercado. Además, es crucial que sepan cuándo y cómo las nuevas tecnologías y combustibles les permitirán mantener sus buques en operación de manera eficiente y competitiva.
Aunque la tecnología actual para realizar estos análisis es limitada o poco confiable, los operadores de buques cuentan con una gran cantidad de datos a su disposición. El reto principal radica en convertir esos datos en decisiones efectivas. La tecnología de simulación (SIM) se ha posicionado como una herramienta clave en este proceso, permitiendo que esos datos se utilicen para enfrentar los desafíos que presenta la industria.
La simulación, una técnica bien establecida en otros sectores industriales, permite optimizar el diseño y funcionamiento de los buques, ayudando a reducir el consumo de combustible y cumplir con las normativas ambientales. Se ha utilizado en la industria automotriz para crear vehículos más ecológicos y ahora ofrece un potencial similar para la construcción y operación de embarcaciones más limpias.
El papel de los gemelos digitales en la descarbonización
El concepto de gemelo digital, que ya se utiliza en otras industrias, también tiene un gran potencial en el sector marítimo, especialmente en los esfuerzos de descarbonización. A través de la simulación, es posible validar modelos de rendimiento y explorar opciones para reducir las emisiones de carbono.
El desarrollo de tecnologías como la simulación y los gemelos digitales ofrece un camino hacia una industria marítima más limpia y sostenible.
Estos avances no solo permiten a los operadores cumplir con las normativas actuales, sino que también les proporcionan las herramientas necesarias para anticiparse a las regulaciones futuras, como el Indicador de Intensidad de Carbono (CII) de la OMI, que estará vigente hasta al menos 2050.
En conclusión, los gemelos digitales y la tecnología de simulación están transformando la logística marítima, ayudando a los armadores a adaptarse a las demandas ambientales y mantenerse competitivos en un sector que cada vez está más enfocado en la sostenibilidad.